martes, 20 de marzo de 2012

TRANSVERSAL APOYO DE SENADORES A DESMINADO HUMANITARIO EN CHILE


Miles de minas antipersonales aún existen en
nuestro territorio
Senadores de distintas bancadas, junto al director del Centro Zona Minada y víctimas de minas antipersonales, adhirieron a la campaña internacional “arremángate”, la cual busca sensibilizar sobre la importancia del desminado en nuestro país.

(Diario Electrónico Radio Universidad de Chile) Los senadores Guido Girardi, Baldo Prokurica, Fulvio Rossi, Francisco Chahuán y Juan Pablo Letelier se tomaron fotos en el Congreso con sus pantalones y camisas arremangadas, como señal de solidaridad con las personas que han sido víctimas de minas antipersonales.
Esto en medio de la campaña internacional “Arremángate”, la que es impulsada por la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonales, junto a Naciones Unidas, y que es apoyada en Chile por diversas ONG’s, entre ellas el Centro Zona Minada y asociaciones de víctimas.
Elir Rojas, director del Centro Zona Minada, valoró el apoyo recibido por los parlamentarios y sostuvo que es oportuno, debido a la ratificación de diversos convenios internacionales.
“El Congreso Nacional ratificó por unanimidad las Convenciones de Otawa que prohíbe minas antipersonales, de Oslo que prohíbe munición en racimo y también ratificó por unanimidad el Protocolo Quinto sobre resto de explosivos de guerra, es decir, es absolutamente pertinente a la función legislativa participar de una campaña en la cual ellos ya aportaron ratificando estos instrumentos internacionales”, explicó Rojas.
Campos minados,  peligro mortal para la
población civil
El dirigente agregó que esta campaña culminará el próximo 4 de abril, Día Mundial de Sensibilización contra Minas, con un gran llamado a toda la ciudadanía para que “nos arremánguenos los pantalones solidarizando con los sobrevivientes”, sostuvo.
Rojas aprovechó la oportunidad para referirse al Proyecto de Ley que enviará durante este semestre el ministerio de Defensa, el cual busca dar atención y reparación a víctimas de minas antipersonales en nuestro país.
Proyecto que fue criticado pues no incluye la participación de la sociedad civil, según aseveró Rojas “aquí falta la inclusión y la participación de la sociedad civil en el proceso de la construcción de este ante proyecto de ley. Lamentablemente la comisión nacional de desminado tiene una conducción 100 por ciento militar y se refleja en estos problemas que la sociedad civil involucrada no conoce el detalle de ese proyecto de ley. Esa estrategia de conducción militar del desminado humanitario en Chile debe cambiar. El desminado no es una acción militar, sino una acción humanitaria que tiene como objetivo reducir el riesgo para la población civil, mitigar los daños en el impacto negativo en el desarrollo, en los ecosistemas y sobre todo asistir a las víctimas”.
Criticas que apuntan a un punto calificado por Rojas como fundamental, y que tiene relación con el Convenio de Oslo ratificado por Chile.
“La Convención de Otawa habla incluso de reinserción social y laboral de las víctimas. Aquí, por ejemplo, no se está produciendo una reinserción, algo tan básico y elemental como sentarse en una mesa a analizar algo que va a beneficiar a los más afectados”, enfatizó el dirigente.
Algo que, según el director del Centro Zona Minada, es primordial, “pensando en las 140 personas que han sido víctimas de minas antipersonales y material de guerra desde 1971”, sentenció.
Por otra parte, los ministros Felipe Larraín y Andrés Allamand detallaron que la iniciativa busca cumplir con la cuarta exigencia de las convenciones internacionales, respecto a restricciones de ciertas armas convencionales, relacionada a la reparación a víctimas de minas antipersonales.
La idea es cumplir con la Convención de Ottawa de 1997 sobre estos explosivos, que además de la reparación y protección de las víctimas, exige el cese en la utilización de estos artefactos, la destrucción de sus municiones y la limpieza de campos minados.
El proyecto contempla una bonificación única cercana al millón y medio de pesos, dependiendo del porcentaje de discapacidad de la víctima; una pensión vitalicia para víctimas y herederos de éstas en caso de fallecimientos; y servicios como atención médica y sicológica vitalicia, beneficios educacionales y la incorporación a planes de inclusión social y laboral.
El ministro Larraín explicó que la elaboración de esta propuesta se basa en la línea del Gobierno con que ha trabajado en casos de Derechos Humanos, explicando que esto no se referirá sólo a víctimas de minas antipersonales, sino que también de otros artefactos bélicos no detonados.
Ante ello, el director de la Organización No Gubernamental Centro Zona Minada, Elir Rojas, valoró la iniciativa pero aseguró que es necesario determinar criterios propios para estos casos, más que tomar los aspectos que rigen las compensaciones para víctimas de la violencia política.
Rojas afirmó que espera que el perfeccionamiento de la propuesta se haga en colaboración con las organizaciones que agrupan a quienes sufrieron estos accidentes.
El dirigente se manifestó en general conforme con el anuncio, sin embargo,  disparó sus críticas contra el representante militar sobre esta materia “Nos alegramos de que por fin se haya presentado ese proyecto de ley. Creo que hay que mejorar algunas cosas con la participación de los realmente afectados que son los sobrevivientes. Aquí el grupo de víctimas de mini municiones no ha sido incorporado, ha existido una exclusión permanente en los últimos dos años en la Comisión Nacional de Desminado para trabajar con la sociedad civil. El actual secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Desminado, el coronel Juan Mendoza durante dos años ha desconocido al consejo consultivo que se creó en 2005″.
Esta iniciativa, se da en el contexto del desplazamiento de minas antipersonales en la frontera de Chile con Perú, situación que ha generado tensión diplomática entre ambos países, dados los trabajos que se deben hacer para la limpieza y por la naturaleza de estos artefactos.
Recientemente, la Cancillería del Perú envió una nota de protesta al ministerio de Relaciones Exteriores chileno acusando la presencia de efectivos militares chilenos en un área de territorio peruano, realizando labores de señalización del curso de deslizamiento de las minas, que alcanzaron territorio peruano.
Ante esto, Allamand señaló que la labor del Ejército en el retiro de los explosivos se mantienen en las exigencias de las convenciones internacionales, y que otras materias, son de estricto interés de Cancillería, desde donde ya se ha rectificado el tema.
“Estamos actuando, tomando y cumpliendo con todas las obligaciones que nos impone la Convención de Ottawa, es decir, efectuamos las tareas propias de cercamiento, señalización y vamos a realizar las tareas siempre teniendo en cuenta la mayor seguridad de las personas. Vuelvo a insistir, la nota de la Cancillería fue suficientemente clara en términos de que todos los trabajos se han realizado en espacios marítimos y en territorio bajo soberanía, jurisdicción y control de Chile”, indicó el secretario de Estado.
El proceso de limpieza se está realizando, según el coronel Juan Mendoza, director de la Comisión Nacional de Desminado, de manera participativa, en mesas de trabajo; pese a que desde ONGs como Centro Zona Minada, se cuestione y se critique al uniformado porque a su juicio, esto no ha sido tal.

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