El Ministerio de Minería informó que
licitará, a través de los “Contratos
Especiales de Operación del Litio” (CEOL) la explotación de yacimientos de
litio para impulsar la producción del sector.
El subsecretario de Minería, Pablo
Wagner, indicó que "a través de los CEOL se podrá explotar el mineral en
cualquier lugar que en la actualidad esté impedido de hacerlo, por un
equivalente a 100.000 toneladas metálicas durante 20 años, contados desde el momento
de la suscripción del contrato. No obstante, el Fisco seguirá siendo dueño del
mineral".
El anuncio del Gobierno, amparado en
los resquicios de los CEOL, está tratando de imponer una política de privatización
encubierta. Se aprovechan del verano y de las vacaciones para perpetrar un
gigantesco negociado a todas luces sospechoso, ya que este procedimiento que se
hace sin ningún debate ni discusión, es la forma más conveniente para las
empresas privadas y los grupos económicos interesados en la explotación del
Litio, en desmedro de los intereses permanentes, del desarrollo de una
industria nacional y un atentado a la defensa de los recursos naturales de
Chile.
Frente a
este anuncio, se hace
urgente promover un debate nacional y amplio, sobre el futuro del Litio en
nuestro país. Es necesario que este dialogo se produzca de cara a la
ciudadanía, y en el marco del Parlamento, a través de una Ley y no mediante un Decreto Presidencial, ya
que de esta forma se está contraviniendo el espíritu de la ley que declara al Litio
como una riqueza estratégica.
Actualmente, las dos únicas empresas
que explotan este metal son la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) y la
Sociedad Chilena del Litio (SCL), debido a que el decreto 2.886 de 1979 que lo
declarara como reserva del Estado y su producción no es concesible.
Chile tiene reservas de litio de 6.900.00 toneladas métricas, que
representa el 41,74% de la producción
mundial, seguida de Australia con 24,82 %, Argentina con 12, 41% y China con
12, 97% [1]
Chile es el primer Productor de litio del mundo |
El uso industrial
del Litio es muy amplio, entre otras se utiliza en las baterías recargables, las grasas lubricantes, que
utilizan el 75% de producción de hidróxido de litio, vidrios y cerámicas, aire
acondicionado, usos farmacéuticos, entre otras aplicaciones. Además el Litio se
utiliza en el proceso de modelado de la
industria del acero. También tiene aplicación en la industria del cemento y en
las aleaciones de aluminio y una de las aplicaciones
más controvertidas es en el proceso de fusión
en la energía nuclear.
Chile tiene una situación privilegiada en el mercado del Litio, pero
desgraciadamente no hemos sido capaces de generar una estrategia de largo plazo, que dé cuenta
de su importancia estratégica. Nuestro país tiene la potencialidad de una explotación
comercial de alto nivel, en la cual debe jugar un rol fundamental el Estado.
Una política estratégica para el Litio implica entre otras cosas,
establecer una política de largo plazo que permita ajustarse a las nuevas
realidades de los mercados, tanto en flujos como en precios, así como en la
aplicación de un procedimiento de impuestos y de royalty que sea transparentes desde
el inicio de la relación contractual con privados, y adaptables a las nuevas circunstancias
comerciales que se vayan estableciendo en el tiempo.
Reiteramos que, es urgente y necesario, concordar una estrategia para
resolver los desafíos que plantea una política nacional para la explotación del
Litio, antes de proponer licitaciones o
contratos de explotación que pueden llevar a favorecer intereses contrarios al
interés nacional.
Frente a la
complejidad y la importancia estratégica de la producción de Litio, se requiere un debate nacional amplio y
transparente que garantice que el Litio y sus beneficios, sean para todos los
chilenos
Juan Pablo Letelier
Senador
Santiago, Marzo de 2012.
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